Se acerca Halloween y ya sea que adoptemos o no la tradición de celebrar este 31 de octubre, es oportuno recordar que la programación televisiva estará llena de películas de terror, te damos algunos consejos si vas a ver películas con tus hijos.
Lo primero es considerar la edad, evita que un niño muy pequeño vea películas de terror, se ha demostrado que el temor que los niños sienten al ver una película de horror puede tener efectos residuales por años, afectando su sueño y otros comportamientos.
Los niños de distintas edades se asustan con diferentes tipos de películas. Por ejemplo, imágenes horrorosas de monstruos asustan a los niños entre los 3 y 8 años. Una vez han asimilado el carácter ficticio de los monstruos es la violencia realista que asusta a los niños entre los 9 y los 13.
De los 14 en adelante los hijos son susceptibles al juicio de sus amigos, ayúdelos a desarrollar un sentido de independencia de lo que sus amigos pudieran pensar de él y de lo que promuevan los medios de comunicación. Apoye a sus hijos mientras desarrollan su propia tolerancia y criterio sobre este tipo de películas.
Se ha descubierto que el estímulo que con mayor frecuencia provoca en el niño un efecto adverso tras ver películas de terror es la representación de sangre o de lesiones físicas. Puede afectarlos más emocionalmente la presencia de sangre y heridas que otro tipo de estímulos, como imágenes de monstruos o extraterrestres terroríficos. Evite exponerlos a heridas o sangre luego de ver películas de terror.
Como mencionamos la impresión que una película puede causar en los niños puede durar mucho tiempo, por eso debes estar atento a detectar alguno de los siguientes síntomas:
- Ansiedad: Puede incluir alteración del sueño, aumento de la agresividad y la tendencia a exponerse a situaciones de peligro.
- Evitación: Rehuir situaciones de la vida real que vieron en la pantalla en forma de ficción, por ejemplo negarse a nadar luego de ver una película de horror con tiburones. También evitan ver otras películas o programas de televisión que tuvieran relación con todo aquello que les había infundido el miedo original.
- Obsesión: Hablar de forma obsesiva sobre el estímulo que ha provocado el miedo. El tema de esta charla obsesiva puede ser expresado como una fascinación, una forma de asimilar el miedo a través de la conversación.
- Pesadillas: Probablemente el efecto más común, es fácil esperar que aparezcan estos malos sueños, tanto en niños como en adultos, especialmente si se trata de personas emotivas.
- Reacciones fisiológicas: Reacciones involuntarias como llanto, gritos, temblores o estremecimientos, malestar estomacal, parálisis momentánea, sudoración, fiebre, escalofríos y pérdida del apetito.
Finalmente recuerde que el objetivo tampoco es prohibir el entretenimiento, pudiendo recurrir a películas animadas que representan monstruos de forma amigable y cómica, tales como Paranorman, Hotel Transylvania, Frankenweenie, Monster Inc y muchas más.