¿Qué hacemos con los niños? Ésta es la pregunta que nos hacemos año tras año al llegar las vacaciones de fin de año, y es que cubrir las horas extras de atención de nuestros hijos mientras ya no tienen clases y nosotros aún estamos trabajando puede ser complicado.
Natación, karate, pintura, danza, escuela de fútbol, teatro, música, idiomas, etc. la oferta de actividades se ha incrementado notablemente en estos años lo cual es muy positivo porque vacación no es sinónimo de inactividad sino de cambio de actividad, obviamente más relajada, esto incluye flexibilizar los horarios pero sin exagerar, no es malo darles una hora más para dormir o dejar que se acuesten un poco más tarde pero tampoco dejemos que pasen todo el día en cama.
Los abuelos: Suelen ser una opción frecuente, ya sea para que se hagan cargo de las horas extra que el niño pasa en la casa o para acogerlos durante un viaje sin los padres. La situación tiene beneficios para todos, los niños conviven y estrechan lazos con sus abuelos, éstos a su vez se sienten útiles y revitalizados, los padres pueden estar seguros de dejar a sus hijos con personas de confianza, y seamos sinceros, los abuelos casi nunca cobran, no hay inconveniente mientras los padres no abusen de las limitaciones propias de la edad de los abuelos, acuerden de antemano las conductas tolerables e intolerables del niño y comuniquen las rutinas que se han de mantener durante la vacación por ejemplo en la alimentación y la hora de dormir.
Vacaciones creativas: Durante el año los niños ejercitan en la escuela la parte lógica del cerebro, las vacaciones son ideales para que descansen de ese tipo de esfuerzo, cambien la rutina y se apeguen más a actividades creativas, que además les permiten conocer nuevas personas y fortalecer sus habilidades sociales, para esto son ideales los talleres, de música, dibujo, manualidades, pintura, etc.
Vacaciones deportivas: Son una buena oportunidad para que los niños aprendan a nadar o iniciarse en algún deporte que no practican con frecuencia en el colegio, además de los beneficios físicos, se divertirán bastante.
Vacaciones en la naturaleza: Campamentos, excursiones, viajes al campo, o simplemente visitas al parque o al zoológico, son oportunidades para disfrutar en vivo de muchas cosas que estudian durante todo el año pero a veces sólo conocen en libros. También es buen momento para que adquieran contacto con una mascota.
Vacaciones culturales: Aproveche las obras de teatro infantiles, museos, el cine y también incentive la lectura, de preferencia trate de que sean actividades compartidas con usted.
Vacaciones domésticas: Una opción que muchas veces no consideramos es que en la casa se realizan una serie de tareas rutinarias en la que los hijos normalmente no se involucran pero que pueden resultar muy interesantes y educativas, llevarlos al realizar las compras, limpiar y ordenar sus cuartos, hacerse del jardín, o una de nuestras favoritas, la cocina, preparar una torta, postres, sándwiches y galletas de seguro serán experiencias inolvidables para ellos.
Trabajo de Verano: Entre adolescentes que se encuentran en los últimos cursos de colegio una opción cada vez más frecuente es la del trabajo de verano como parte del plan vacacional, realizando actividades sencillas a medio tiempo, además de distracción obtienen algo de dinero para sus gustos o ahorros, que les hace valorar la importancia del trabajo.
Sin exagerar. Muchas veces en ánimo de dotar a los hijos de mejores herramientas para la vida, los padres pueden saturar los horarios del niño con clases durante la vacación, inglés y teatro en la mañana, lectura veloz luego del almuerzo y remate con dactilografía en la tarde, esto contradice la razón de ser de las vacaciones como descanso pedagógico, de ninguna manera afirmamos que no se pueda recurrir a estas opciones, se puede incluso programar una hora al día para repasar lo aprendido en las materias, pero no fatiguemos a nuestros hijos con un exceso de actividades.
Déjelos elegir, no los fuerce con actividades por las que no tienen afinidad, busque alternativas y también bríndeles espacios de tiempo para que decidan con total libertad lo que quieren hacer, ya sea ver televisión, jugar videojuegos o simplemente tomar una siesta.
Una respuesta a Los niños y las vacaciones