Son los adultos quienes eligen la vestimenta mientras los hijos son pequeños, todo es sencillo, los conjuntos reflejan el gusto de los padres y el niño aún no percibe el vestuario como algo importante.
Pero a medida que el niño va creciendo es normal que desee expresar sus preferencias y gustos a la hora de seleccionar qué prendas se pondrá, lo cual se acentúa a medida que los hijos toman contacto con sus pares, entran al colegio y se dan cuenta que la ropa no tiene solo una función utilitaria para abrigar el cuerpo, sino que se torna en un elemento de expresión de la propia identidad y de pertenencia dentro del grupo de amigos.
Es recomendable que el niño acompañe a los padres a la hora de elegir su ropa, que se le permita expresarse, y que participe activamente en la selección del vestuario, el ejercicio de decidir que les gusta y que no refuerza su autoestima, al inicio se le pueden brindar opciones cerradas para que elija entre dos o tres prendas y poco a poco irle dando libertad de explorar, sugerir y pedir, pero nunca permitiendo el capricho.
En un principio las elecciones quizás no sean del agrado de los padres, no ponga el grito en el cielo si al principio las combinaciones de prendas y colores que elije su hijo le resultan poco armoniosas, recuerde que las decisiones de los niños no se guían por los mismos factores que las nuestras, elegir una prenda porque tiene la imagen de una caricatura que le gusta o porque tiene un color intenso que le llama la atención es normal.
A cierta edad es común que los pequeños deseen imitar el aspecto de aquellos que admiran, padres, hermanos o hermanas mayores, artistas, etc. verifique que las prendas elegidas concuerdan con la edad del niño, muchos padres gustan de vestir a sus hijos como “pequeños adultos”, o vestirlos en base a su propia ropa, que padre e hijo caminen por la calle con la misma polera y short en tallas diferentes puede resultar simpático en alguna ocasión, pero la ropa debe reflejar la identidad individual, por este mismo motivo no se aconseja vestir siempre igual a los gemelos.
¿Se debe dejar que el niño elija todo?, claro que no, a fin de cuentas los padres no pueden eludir su responsabilidad de guías, los niños necesitan aprender a valorar la vestimenta en su justa medida, para esto es necesario que los padres también lo hagan, sin darle más o menos importancia de la que tiene, no es el fin del mundo si su hijo no resulta un fashionista pero tampoco permita que su autoestima se base en su guardarropas, ni mucho menos que sea motivo de berrinches.
Dentro de esta dinámica se enseñará a los hijos que hay situaciones que demandan cierto tipo de ropa (eventos sociales, bautizos, etc.), que se debe considerar la temporada y el clima (no permitir que elija prendas desabrigadas en temporada de frío o ropa muy abrigada en temporada de calor con la cual se deshidratan más rápido), que la ropa no es desechable y debe acompañar el crecimiento natural (no podrá botarla si luego de dos días ya no le gusta), que hay combinaciones de colores que resultan más armoniosas que otras, etc.
En resumen a medida que los hijos crecen los padres deben convertirse en consejeros y guías con respecto a la ropa.